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sábado, 27 de marzo de 2010

James Cameron contra los estudios de Hollywood

El director de 'Avatar' carga contra los estudios que quieren ahorrar costes y llenarse los bolsillos al convertir grandes superproducciones concebidas y rodadas en formato tradicional al 3D. Una moda que en Hollywood no deja de crecer.

Cameron cree que los estudios se están apresurando en aprovechar el apetito del público por los filmes en 3D. Pero usar los ordenadores para convertir película en 2D estándar a 3D, en lugar de filmarlas en 3D, da al público una película de aspecto barato y podría hacer más daño que beneficio si el respetable se desencanta, advierte Cameron.

Y no habla un cualquiera. Habla el hombre que dirigió la que por muchos años fue la película más taquillera de todos los tiempos (Titanic) y el que se superó a sí mismo con Avatar, la primera película que ha mostrado en toda su extensión las posibilidades técnicas y económicas del cine 3D y que ya lleva recaudados 2.700 millones de dólares en la taquilla.

Cameron no es el único cineasta que cuestiona el esfuerzo precipitado de los estudios por convertir filmes a 3D, en una incipiente batalla que enfrenta a importantes directores contra los estudios que los emplean. Otro que va en esta línea es el director de Transformers, Michael Bay, que también ha cuestionado la decisión.

"El problema es que estas decisiones deberían ser tomadas por los cineastas, no deberían ser tomadas por los estudios, porque si depende de los estudios ellos van a sacrificar calidad por menor costo", dijo Cameron, en un evento para promocionar el lanzamiento del 22 de abril del DVD de Avatar.

Los estudios están acelerando el proceso ahora que Walt Disney Co consiguió que su versión en 3D de Alicia el en País de las Maravillas vendiera más de 570 millones de dólares en taquilla desde su debut del 5 de marzo.

Al amparo de los éxitos de Alicia y Avatar el 2 de abril, Warner Bros, una división de Time Warner Inc, estrenará la versión tridimensional de su cinta de acción Furía de Titanes como otra conversión de 2D a 3D.

Warner Bros ahora planea estrenar todas sus películas más importantes en 3D, dijo Alan Horn, director de operaciones del estudio, a la convención de la industria de salas de cine ShoWest la semana pasada. El dijo que la "conversión a 3D no perjudica" la experiencia del público.

Algunas estimaciones ponen el costo de una conversión en un mínimo de cinco millones de dólares por filme. Filmar en 3D es mucho más costoso pero el encarecimiento resulta difícil de determinar, debido a que "Avatar" es una de las pocas cintas con actores reales filmada en 3D.

El filme costó oficialmente 237 millones de dólares, aunque varios reportes indican que su costo real habría superado los 300 millones de dólares, y gran parte de este se debió a la necesidad de fabricar nuevos equipos para realizarla.

Cameron dijo que los cineastas deberían haber estado golpeando las puertas de los estudios diciendo "queremos hacer películas en 3D". "Eso no ocurrió así que ahora están pagando el precio, que consiste en que los estudios les dicen que deben hacer sus películas en 3D, y los han pillado con los pantalones abajo", opinó el director.

El director de Transformers, Michael Bay, se ha sumado al debate, diciendo esta semana al sitio web de la industria cinematográfica Deadline.com que en la actualidad él no está "convencido sobre el proceso de conversión".

Los puristas ven las conversiones como de calidad inferior debido a que puede producir una apariencia divida en capas, con algo menos de definición y una percepción de la profundidad discontinua.

Pero no todos los cineastas están convencidos sobre filmar en 3D. El director de Alicia, Tim Burton, dijo a los periodistas el mes pasado que "no tenía sentido" filmar su película en 3D porque esto habría agregado un problema más en una producción ya complicada. "Con todas estas herramientas, puedes tener un 3D óptimo, un 3D deficiente, una conversión óptima y una conversión deficiente", declaró Burton.

En contra de lo que predica, el propio Cameron planea convertir su éxito de 1997 "Titanic" para ser estrenado en 3D en la primavera del 2012. En todo caso, y para curarse en salud, el cineasta asegura que su proyecto será diferente y no tendrá nada que ver con las prisas con las que Hollywood transforma películas al 3D porque tiene pensado tomarse su tiempo, en lugar de hacer una "conversión chapucera".