La pregunta más importante en la cabeza de todas las mamás en este momento es si el nuevo diseño de la princesa Mérida puede llegar a afectar al desarrollo emocional de sus hijas. ¿El nuevo diseño repentino con una apariencia más delgada y más sexy puede herir el auto estima de una niña pequeña? La respuesta, según los especialistas en psicología infantil, es que si.
En caso de que te hayas perdido las noticias esta semana acerca del mundo de Disney, la heroína de la película “Valiente”, la princesa Mérida, obtuvo una renovación hace bastante poco. La arquera peleadora de origen escocés, que debutó en una película de lo más entretenida el año pasado, ahora, de manera inexplicable, tiene unos labios más carnosos, una cintura más delgada y un escote más revelador (aunque sigue cubriendo todo lo que corresponde).
El cambio fue dado a conocer este mes para coordinar con la coronación oficial de Mérida como la onceava princesa Disney. Sin embargo, los expertos en desarrollo infantil no están para nada contentos, y las mamás tampoco. “Este personaje puede no hacer ningún tipo de daño al desarrollo psicológico de una niña, per se, pero Mérida se une a un grupo cada vez más grande de personajes para niñas que son delgadas y sexys, llevando el mensaje de que todo debe ser sexual y delgado para estar bien”.
Los especialistas señalan que la Mérida original fue bien recibida por su espíritu aventurero, su aspecto único y su desinterés en el romance como su “meta” en la vida. Su llamativo no era el físico, que enviaba un mensaje fuerte a las niñas de que podían ser quien ellas quisiera, y aún así ser hermosas y valientes. Este rediseño parece demostrar lo absoluto opuesto.
“Yo diría que Valiente está pensada como película para niños y niñas de entre 5 y 10 años de edad” explica Betsy Brown Braun, una especialista en comportamiento y desarrollo infantil. “Ése es un territorio muy importante para verse afectado en términos de la imagen corporal. No creo que este diseño nuevo vaya a destruirlo todo, pero es un elemento más que contribuye a la situación general. Cada vez se ven más niñas tan jóvenes como de apenas 7 años de edad que dicen estar gordas y que quieren hacer dieta. Hay datos de investigaciones que demuestran que los niños de esa edad ya se identifican con una imagen sexy y llamativa”.
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